lunes, 28 de diciembre de 2009

MORE TO LOVE


Tengo miedo a equivocarme, pero he decidido arriesgar, porque si ahora me arrepiento y me acobardo, perderé seguro, y no es algo que me pueda permitir. Soy consciente de que esta ocasión no se producirá nunca más, y de que este instante quedará congelado en mi mente para el resto de mi vida. Me quedo decidiendo qué camino tomar, te miro absorta, y me pierdo una vez más en el azul perdido de tus ojos; y de nuevo el miedo a que te evapores se intensifica.
No quiero perder la paz que tu presencia me ofrece, no quiero que desaparezca la magia que se crea cuando nuestras miradas se cruzan, no quiero que este tiempo forme parte sólo de un recuerdo capaz de almacenarse en una milésima parte de mi memoria...De repente tus brazos me estrechan fuerte, como si se tratara de una despedida, me asusto, pienso que has notado algo; entonces me abrazas y mi cuerpo comienza a temblar. Mi cuerpo se vuelve cemento, mis pies se quedan pegados al suelo y tú, como rendido a mi desgana, me sueltas; el pánico vuelve, no quiero que ese frío abrazo sea lo último que mi cuerpo sienta cuando recuerde este día, este momento, este final...

Dudo una vez más, calibro cada gesto, cada movimiento, y en mi mente se agolpan las palabras que tratan de salir disparadas como balas...directas a destrozar tu corazón...o quizás el mío...Un paso en falso, y sé que tu pérdida será algo que no me perdonaría nunca; si mis vagos intentos para retenerte a mi lado no funcionan, el tiempo pasado se convertirá en una fina nebulosa que se descompondrá entre el aire.

Noto como tus ojos me observan, cargados de impaciencia, de ansiedad por conocer lo que pasa por mi mente en esos instantes, alejados un abismo de lo que en realidad se cuece en mi corazón. Me prohibí repetir los errores del pasado, me obligué a serenar mis impulsos; sin embargo, he decidido otorgarme el beneficio de la duda, porque soy consciente de que las circunstancias lo merecen, lo nuestro lo merece.

Los segundos martillean en mi muñeca, o quizás sea el latir de mi corazón lo que abruma mis pensamientos, pero trato de concentrarme en la decisión que he tomado. No hay manera de regresar al inicio, es mejor ser consecuente con las decisiones...tomo aire y en mi cabeza desfila este tiempo contigo...el reflejo de lo que serían mis días sin ti...pero me armo de valor y me animo a tirarme de cabeza, aunque la caída me lleve a un abismo infinito.

Te acercas, y tu aliento una vez más, me quema las mejillas, sé que no aguantas la agonía de mi silencio; mis ojos se nublan, no quieren que esa imagen sea su último recuerdo, prefieren quedarse con los viejos recuerdos...como yo.

He dejado de sentir mi cuerpo, sólo mi mente flota sobre la atmósfera etérea que nos rodea, nunca me fue tan difícil abrir mi corazón, ser sincera...Noto cómo vas perdiendo la calma y me alejo de tu cuerpo, prefiero estar preparada para salir corriendo en caso necesario. Mis ojos se humedecen, mi alma está cargada de sentimientos confusos...tus labios se despegan para dejar escapar alguna palabra que rompa de una vez este ir y venir de ángeles. Me adelanto a tus palabras, y casi sin darme cuenta pronunciamos “te quiero” en una única melodía, no sé si es mi imaginación jugándome una broma, no sé si es el espejismo de mi voz, o el frenesí del momento...
Te miro y tus ojos, de los que brota una tímida lágrima, se encuentran con los míos, ahora más nítidos que nunca, viendo cómo nuestras almas desnudas se besan antes de que ese beso se materialice en nuestros labios. Me lo repites incansablemente una y otra vez, quizás porque ahora estás arrepentido, quizás porque tratas de asimilar lo duro de esas dos simples palabras, de tomar conciencia de lo que significa la declaración que acabamos de hacernos.

Y en un último impulso, ya sin miedo a nada que perder, nuestros cuerpos se aproximan, se queman con las llamas que desprenden nuestros corazones ahora frenéticos...tu mano acaricia mi mejilla y mi boca busca tus labios con la esperanza de hallar en ellos la recompensa al ya olvidado sufrimiento... y el ansiado beso...

...y en ese momento miles de mariposas empiezan
a revolotear por encima de nuestras cabezas...
{recuperado del 4/11/09}

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